El acto de bendición se realiza después de que los confirmantes hayan dicho el voto de la Confirmación y profesado su fe en Dios y manifestado su voluntad de querer conducirse toda la vida en la fe y obediencia a Dios. Después de una oración, el siervo que conduce el Servicio Divino, les dispensa la bendición por imposición de manos.
La bendición de boda es dispensada a los contrayentes en el Servicio Divino de boda. El acto de bendición se realiza después de que los cónyuges se hayan dado la promesa ante Dios y la comunidad con un "sí" de apoyarse fielmente el uno al otro en todas las situaciones y de recorrer juntos con amor el camino de la vida.
Si lo desean, se les dispensa a los matrimonios la bendición para los siguientes aniversarios de boda: bodas de plata (25 años), bodas de rubí (40 años), bodas de oro (50 años), bodas de diamante (60 años), bodas de hierro (65 años), bodas de gracia (70 años) y bodas de brillante (75 años). En los mismos se hace posar nuevamente la bendición de Dios sobre el pacto matrimonial y se encomiendan los cónyuges al amparo y al acompañamiento de Dios.
La ordenación en un ministerio espiritual, así como la consagración de edificios de iglesias también cuentan entre los actos de bendición.
También las honras fúnebres en la Iglesia contienen un acto de bendición (la entrega del cuerpo ya sin alma).
Para el compromiso también se puede dispensar una bendición especial.
La dispensación de la bendición prenatal se realiza fuera de un Servicio Divino. Este acto de bendición se realiza en la madre, previa expresión de su deseo. La bendición redunda en favor de la madre y del niño que aún no ha nacido.