Búsqueda de comunidades
y distritos

Agradecidos por su sacrificio

10.04.2020

Una vez más, este Viernes Santo los miembros de la Iglesia Nueva Apostólica en España pudieron participar de un Servicio Divino de palabra mediante transmisión por internet desde Lugano, Suiza
 
/api/media/481334/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=e9bfc24343e24453bcc6129779d4ab7d%3A1743248239%3A4384890&width=1500
/api/media/481335/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=1c5b8fcea4925df0bb966de1d7e3660d%3A1743248239%3A4964584&width=1500
/api/media/481336/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=2b547df27d69a7d686c985f141d71c99%3A1743248239%3A1505731&width=1500
 

Para el Servicio Divino el Apóstol Camenzind utilizó el texto de Juan 10:17 y 18: «Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre».

Hay una explicación sencilla para lo que Jesucristo tuvo que sufrir, dijo el Apóstol luego de la lectura bíblica especial para el día festivo, en Marcos 15:22-39, y que relata el sufrimiento de el Señor en la cruz:  «Lo hizo por amor al hombre». Así, se solidarizó con el hombre hasta su muerte, y cumplió la voluntad del Padre, agregó el siervo. Jesucristo no era una simple víctima, sino que vino a la tierra para permitir a todos los hombres acercarse nuevamente al Padre Celestial, y poder seguir adelante con su vida espiritual, explicó el Apóstol. Y así como Dios lo acompañó y estuvo con Él hasta el final, Jesucristo «ha venido, está con nosotros, y no nos abandona». 

Él sacrificó su vida para cumplir la voluntad del Padre y eso es algo que «siempre nos tiene que acompañar» y por lo que tenemos que luchar: «No sea como yo quiero, sino como tú quieres.Tu voluntad sea hecha», dijo el Apóstol Camenzind.

De esa forma, los que pensaron que la muerte del Señor en la cruz era una derrota, se equivocaron, afirmó el Apóstol. Jesucristo quería demostrar a todos el amor del Padre, la unión con Él, explicó el siervo, y es esa unión la que nos permite también hoy estar unidos con Dios. «Esa fuerza nos permite seguir adelante, con nuestras preocupaciones, pero sabemos que Jesucristo está con nosotros», agregó.

Aún más agradecidos

Durante su vida en la Tierra Jesucristo no estuvo ajeno a las dificultades: debió vivir injusticias, traición, sabía que iba a sentir dolor y tuvo que escuchar mentiras. Por eso, sabiendo lo que Jesús ha hecho por nosotros, «tenemos que estar aún más agradecidos», afirmó el siervo.

En estos momentos, nuestra vida no es fácil, no sabemos lo que va a pasar en las próximas semanas, dijo el Apóstol con respecto a la pandemia que afecta a todo el mundo, pero «si amamos a Jesucristo, le estamos agradecidos porque Él decidió dar su vida por nosotros». Entonces podemos vivir en nuestros corazones que «si no nos ha abandonado en este momento, no nos va a abandonar en el futuro. Porque nadie le quita la vida al Señor».