Búsqueda de comunidades
y distritos

¡Nuestra ofrenda debe ser de oro!

26.09.2021

El domingo 26 de septiembre, la comunidad de Madrid pudo vivir una fiesta: un pastor en descanso y su esposa recibieron la bendición de bodas de oro.
 
/api/media/518371/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=188849337a630e287e269639df08ae29%3A1743315626%3A3288703&width=1500
/api/media/518372/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=f7f5707e1516803ff54be50b1fb5f497%3A1743315626%3A4873669&width=1500
/api/media/518370/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=bfcceeb6e9b98afb372487c76fefebcd%3A1743315626%3A8513918&width=1500
/api/media/518373/process?crop=fixwidth&filetype=jpg&height=1500&token=8f1a079ea6ea50f824ca4c5390933839%3A1743315626%3A5015721&width=1500
 

El Servicio Divino se basó en la palabra del libro de Génesis: «Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda» (Génesis 4:4)

El oficiante del Servicio Divino, el Anciano de Distrito, comenzó la hora dando la bienvenida a todos y en especial a la pareja que celebraba sus bodas de oro.

Durante la prédica, el ministerio contó que cuando Adán y Eva tuvieron a sus hijos Caín y Abel, les enseñaron el camino de la ofrenda. Antiguamente los israelitas ofrendaban una parte a Dios y otra al pueblo; en el Nuevo Testamento, la ofrenda mayor de todas fue el sacrificio de Jesucristo. Actualmente, ofrendamos para bendición, alabanza y adoración al Padre Celestial.

Dios mira la actitud y la posición de corazón, al igual que hizo Jesús cuando eligió a sus discípulos. Él buscaba personas humildes y sencillas.

Al terminar su prédica, el Anciano de Distrito relacionó la palabra bíblica con la pareja festiva, que recibiría la bendición sobre sus 50 años de casados: ¡Nuestra ofrenda también debe ser de oro!

Los ministerios que fueron llamados a secundar la palabra, aportaron también ideas interesantes sobre el tema central del día, entre ellas, que «todo lo que nos acerca a Dios es una bendición».

Como preparación de la bendición para la pareja de oro, el coro entonó el cántico «Qué dicha hermosa suelen vivir». Hablando con la pareja, el Anciano de Distrito quiso recordar una palabra que el Pastor en descanso solía decir durante su servir: «Yo y mi casa serviremos al Señor». Les agradeció por haber trabajado siempre con un corazón humilde, haber servido a Dios y mantenerse fieles al Señor, también en el matrimonio. El broche final lo puso el coro, con el himno «El último sermón».

Después del Servicio Divino, el pastor dirigente de la comunidad de Madrid tuvo unas palabras de agradecimiento para el Anciano de Distrito. Allá por el año 1982 ofició por primera vez en ese mismo lugar. Ahora, tras casi 40 años al servicio del Señor, pasará al merecido estado de descanso. Por supuesto, este agradecimiento también iba dirigido a su esposa.