Día 1: La alegría del (re)encuentro
Desde la mañana del viernes 25 y provenientes desde los diferentes distritos de España y los demás países invitados, los jóvenes comenzaron a reunirse en Guardamar del Segura para disfrutar de la jornada de juventud. Un día que esperaban con ansias desde hacía un año, cuando se confirmó la fecha del evento.
Las horas de espera en los aeropuertos y los viajes en autobús que parecían interminables quedaron rápidamente en el olvido. Y, pese al calor, no faltaron los abrazos apretados. La alegría por el encuentro, por volver a ver a tantos amigos, rápidamente inundó el ambiente.
Esa noche se daría inicio a un fin de semana repleto de actividades con un concurso de disfraces y discoteca. “Esto no es Ibiza“, bromeó el Apóstol de Distrito, Jürg Zbinden, dirigiéndose al contingente italiano. Para luego desear a los presentes un fin de semana de alegría y fortalecimiento en la fe. “Juntos somos fuertes”, afirmó el ministerio y animó a los presentes a recordar el lema del año ya poder llenar el fin de semana con ese pensamiento.
Dia 2: Disfrutando juntos
Desayuno y ¡al agua! En la mañana del sábado los organizadores tenían preparadas actividades acuáticas para todos: kayak, windsurf, vela, paddle surf y más. Divididos en grupos aleatorios, los jóvenes fueron rotando de estación en estación para probar cada una de las actividades y tener la oportunidad de conocerse.
Ya en la tarde, de vuelta en el albergue, estaba reservado un espacio para el ensayo del coro y orquesta; y acto seguido, comenzaron las presentaciones por distritos. Coreografías, vídeos, cánticos, gospel, una obra de teatro y hasta un versionado de “Las avispas” de Juan Luis Guerra. No faltó el talento, las risas, aplausos ni el baile.
Hubo además espacio para que el Apóstol de Distrito pudiera acercar a los presentes una reflexión sobre el significado de Servir y reinar con Cristo. A veces pensamos que como jóvenes no podemos hacer mucho, o que no tenemos tantos dones, dijo, pero escuchar al otro y buscar la comunión son grandes dones. “Esto es lo que hizo Jesús, encontrar al otro y darle la posibilidad de compartir sus preocupaciones sin ser juzgado -explicó el Apóstol-, esto es servir con Cristo”.
El servir quiere decir ayudar. El reinar, poder dominar nuestro tiempo y nuestros pensamientos. ¿Soy yo el que decido qué dejo entrar en mis pensamientos? ¿Soy yo el que reino o el que es reinado?, preguntó. Y esto aplica también para las redes sociales, al dar un like o dejar un comentario. “Con los que abren el corazón al Señor y dejan que Cristo les diga algo hoy, servirán y reinarán con Cristo en el reino de La Paz. Os deseo muchos encuentros y experiencias comunes en la que reforzar este sentimiento”, finalizó.
La orquesta pudo dar cierre al encuentro, invitando a todos a cantar juntos el “Santo, Santo”.
Pero el día aún depararía varias actividades: el Obispo y el Apóstol de España presentaron la labor de la Iglesia en Cuba, explicando las dificultades que implica y la gran necesidad que existe en el país caribeño. E Invitaron a los presentes a orar por ellos. Y también hubo lugar para disfrutar de un karaoke.
Día 3: Servicio Divino y despedida
¿Qué quieres que te haga?(Marcos 10:51) Esa fue la pregunta que colocó en el corazón de los jóvenes el Apóstol de Distrito durante el Servicio Divino del domingo 27. Jesús conoce nuestra situación, explicó el ministerio, pero igualmente nos lo pregunta. Somos libres de creer y de buscarlo. Él no nos obliga. Pero quien tiene fe en Jesús puede percibir su presencia y su ayuda, afirmó.
“Miren bien vuestra lista”, recomendó el ministerio a los jóvenes. No solo la lista de la vida natural, también la de la vida espiritual. ¿Cuán es larga la lista de la natural y cuán corta es la espiritual?, se preguntó. La respuesta a esa interrogante es una personal, con Jesús. “No está prohibido expresar los deseos que tenemos en la vida natural. Pero recordemos lo que dijo Jesús: “Busca primero el reino de Dios y su justicia. Y todas estas cosas os serán dadas en añadidura.”, aconsejó a los presentes.
También cada uno puede preguntar a Jesús: ¿Qué quieres que te haga? “Jesús no tiene tantos deseos - expresó el ministerio- pero nos dice: “Ven y sígueme. Puedes servir y reinar conmigo. Ayúdame. Necesito de ti personalmente”.
Así, alentó a los jóvenes a ser portadores de paz y de alegría. A hacer conocer la verdadera naturaleza de Dios al prójimo. De esa forma, reiteró, podremos tener una vida muy rica.
Tras el Servicio Divino, en el que también se celebró la Santa Cena para difuntos, tocó el momento de la despedida. Pero lejos de ser una de tristeza, lo que reinaba era el agradecimiento y la alegría de haber podido estar juntos.