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¿Qué quieres que te haga?

27.08.2023

Fue la pregunta que colocó en el corazón de los jóvenes el Apóstol de Distrito Jürg Zbinden durante el Servicio Divino del domingo 27 de agosto en Guardamar del Segura. Una pregunta corta, y quizá por muchos conocida, pero que invitaba a la reflexión.
 
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Vestidos con la camiseta distintiva de color verde, los casi 300 jóvenes se reunieron el domingo por la mañana para presenciar el Servicio Divino. 

Conformados por jóvenes de Italia, Suiza y España, el coro y la orquesta dieron paso a la palabra con el himno Salvador, a ti me entrego, en idioma italiano. Refiriéndose al cántico, y tras acercar los saludos del Apóstol Mayor, el ministerio invitó a los jóvenes a esperar y vivir ese encuentro con Jesús. «Él nos invita y nos dice: "Ven, quiero tomarte de la mano. Quiero que sientas que estoy contigo y que te amo. Aunque estés en una situación triste, peligrosa o quizá sin esperanza… Debes saber que yo estoy contigo. Te doy la fuerza que necesitas”», dijo el Apóstol de Distrito. 

El Servicio Divino giró en torno a una palabra breve y conocida: ¿Qué quieres que te haga? (Marcos 10:51). Es una pregunta que hizo Jesús a Bartimeo, que era ciego. Al ver a Jesús acercarse entre la multitud, Bartimeo comenzó a gritar pidiendo a Jesús que se apiadara de él. Jesús, al escucharlo, pidió a la multitud que se acercara a este ciego y lo invitaran a acercarse a Él. Fue entonces que le hizo la pregunta: «¿Qué quieres que te haga?». A través de su fe pudo recuperar la vista y siguió al Señor.

Jesucristo no obligó al ciego a acercarse a Él, sino que le dejó el libre albedrío de poder decidir, explicó el Apóstol. De la misma manera, cada tanto el Señor nos da una tarea importante porque quiere ayudar a alguien. Hoy Jesús se acerca y pregunta a cada uno: «¿Qué quieres que te haga?» Él conoce nuestra situación, explicó el ministerio, pero igualmente nos lo pregunta, porque quiere que en nosotros se empiecen a mover los sentimientos. Somos libres de creer y de buscar esa ayuda. Él no nos obliga. Pero quien tiene fe en Jesús puede percibir su presencia y su ayuda, afirmó.

Todos llevamos dentro una lista de deseos y expresarlos a Jesús es lo mejor que podemos hacer. Porque Él tiene todo el poder. «Miren bien vuestra lista», recomendó el ministerio a los jóvenes. No solo la lista de la vida natural, también la de la vida espiritual. ¿Cuán es larga la lista de la natural y cuán corta es la espiritual?, se preguntó. La respuesta a esa interrogante es una personal, con Jesús. «No está prohibido expresar los deseos que tenemos en la vida natural. Pero recordemos lo que dijo Jesús: «Busca primero el reino de Dios y su justicia. Y todas estas cosas os serán dadas en añadidura», aconsejó a los presentes. 

Siguiendo la palabra del texto, el Apóstol acercó una reflexión más a los jóvenes. Alentó así a darle la vuelta y preguntar entonces cada uno a Jesús: ¿Qué quieres que te haga? «Jesús no tiene tantos deseos - expresó el ministerio- pero nos dice: "Ven y sígueme. Puedes servir y reinar conmigo. Ayúdame. Necesito de ti personalmente”». 

Así, alentó a los jóvenes a ser portadores de paz y de alegría. A hacer conocer la verdadera naturaleza de Dios al prójimo. De esa forma, reiteró, podremos tener una vida muy rica.

También sirvieron en el altar el Apóstol Thomas Deubel y el Obispo Iván De Lazzari, invitados desde Italia y Ticino. El primero de ellos habló en castellano y pidió a los jóvenes poner en práctica los dones recibidos de Dios. «Para ver la belleza del prójimo necesitamos ojos sanos y abiertos. Lo importante es la proximidad», dijo. Pero tener los ojos abiertos no lo es todo, a veces también necesitamos de la ayuda del otro, de alguien que nos haga mirar en la dirección correcta. Y para ver con ojos santificados, es necesaria la luz de Jesús.

«Cuando pude entrar y vi todas estas camisetas verdes mi primera impresión fue: aquí hay esperanza, hay futuro», expresó en tanto el Obispo de Italia. ¿Qué quiero realmente que Jesús me haga? ¿Es justo o importante lo que pido?, reflexionó el ministerio. Y respondió: quiero ser tú propiedad, porque cuando soy tu propiedad tú haces todas las cosas perfectas.

Aún quedaría lugar para que el Obispo de España y Cuba, Victor Alganza, pudiera expresar unas palabras. Haciendo un juego de palabras con el lugar donde se realizó el Día de la Juventud, Guardamar del Segura, pidió a los jóvenes sumergirse en el mar y guardar la fe para vivir su fuerza. 

El Apóstol de Distrito retomó la pregunta central de la prédica para introducir la Santa Cena. ¿Qué quieres que te haga?, dijo una vez más, y respondió: «Necesito el perdón de los pecados, Necesito de ti. Quiero reconciliarme con mi prójimo». Tras este acto, y con el acompañamiento del coro, se celebró además la Santa Cena para los difuntos. Una de las 9 diaconisas de España y un diácono invitado fueron los representantes de este acto. 

Con visible alegría, el Apóstol se despidió de los presentes. «La juventud es preciosa. Lo que vi estos días me dio tanta fuerza: he visto dones muy particulares, fuerzas en la fe y me ha dado tanta alegría al corazón. Estoy muy tranquilo cuando pienso en el futuro -manifestó- porque estáis predispuestos para lleva adelante la obra de Dios. Háganlo desde ahora, con Dios, juntos, todo es posible».