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Abundar en el amor de Dios

12.11.2020

El fin de semana del 7 y 8 de noviembre, el Obispo Olmedo visitó las comunidades de Carballo, A Coruña y Pontevedra
 
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Al igual que sucediera en el mes de agosto, y a causa de las restricciones de viajes por la pandemia del coronavirus, el Apóstol Rolf Camenzind debió una vez más suspender su viaje a las comunidades del Área de Distrito del Noroeste. Finalmente, por gracia, el Obispo Pedro Olmedo pudo realizar las visitas previstas, que fueron de mucha alegría.

Las palabras elegidas para servir en los distintos Servicios Divinos giraron en torno al amor y a la verdad en Cristo.

El fin de semana comenzó con un Servicio Divino en la comunidad de Carballo, el sábado 7 de noviembre, al que pudieron asistir ocho participantes. Para esa hora, el Obispo utilizó el texto que se encuentra en Efesios 4:15: «Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo».

Luego, el domingo 8 por la mañana, el siervo ofició en la comunidad de A Coruña. Para esa oportunidad la base de la prédica se ubicó en las palabras de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses, en el capítulo 3, versículos 12 y 13: «Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos».

En referencia a ambos textos, el Obispo profundizó en el significado de la verdad y en la importancia de crecer en el amor de Dios. «Cristo es la única verdad», expresó el siervo. Como Jesucristo mismo enseñó, él es «el camino, la verdad y la vida» y, por tanto, queremos seguirlo no por miedo o por el que dirán, sino que «seguimos la verdad en amor». Así, para poder alcanzar la dignidad el día de su segunda venida, y ser «irreprensibles», debemos crecer y abundar en el amor para con todas las personas. Un amor que solo da, y que no espera nada a cambio.

Ese mismo día, por la tarde, el Obispo pudo servir también a la comunidad de Pontevedra, para lo que utilizó el pasaje bíblico de Zacarías 8: 22 y 23.

En referencia a la situación del coronavirus, el Obispo manifestó su alegría de poder compartir una hora con los presentes: «Tenemos la necesidad de vernos, de vivir y de fortalecer nuestra comunión», expresó el siervo, destacando la gracia de poder ser Hijos de Dios, y de vivir que «juntos podemos compartir un mismo camino y un mismo sentir», a pesar de las situaciones actuales.