Estaba previsto que el fin de semana del 8 y 9 de agosto el Apóstol, Rolf Camenzind, visitara las tres comunidades de Galicia, ya que en Carballo y A Coruña se realizaría el cambio de dirigente de comunidad. Sin embargo, debido a las circunstancias del coronavirus, y a que Suiza impuso desde el día 8 de agosto una cuarentena obligatoria a todos los viajeros procedentes de la España peninsular, el Apóstol debió posponer por segunda vez su viaje, primero en marzo y ahora en agosto. En su lugar, y bajo su encargo, fue el Obispo, Pedro Olmedo, quien pudo cumplir con el viaje previsto.
En lo que fue un intenso fin de semana, las actividades comenzaron a primera hora del sábado 8, cuando el Obispo y el Anciano de Distrito del Noroeste, mantuvieron una reunión para comentar la situación de los hermanos y de las comunidades durante la actual pandemia.
Ese mismo día, a las 18:00, se celebró el Servicio Divino en la comunidad de Carballo, donde el Obispo utilizó el texto de Hechos 16:25: «Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían». Bajo esa palabra, uno de los pensamientos destacados fue el de poder mantenerse fiel a pesar de las circunstancias, tal como hicieron Pablo y Silas, ya que siguieron fieles y confiando en Dios.
Tras realizar el sacramento de la Santa Cena, el Obispo procedió a descargar de la responsabilidad de dirigente de comunidad al actual Anciano de Distrito, e inmediatamente se le dio el nuevo encargo al Pastor Romero de la comunidad de Carballo.
Ya el domingo por la mañana, a las 10:00, el Obispo servía nuevamente, esta vez con la palabra de Mateo 25:40: «Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis». Durante la hora, el siervo destacó el mandamiento del amor al prójimo e invitó a los presentes a poder ser de ayuda, sin anteponer prejuicios ni esperando un resultado determinado.
Como hiciera la víspera, al final de su servir y después de la Santa Cena, por encargo del Apóstol, el Obispo descargó la responsabilidad de la dirección de la comunidad de A Coruña al Anciano de Distrito, y le dio el encargo al Pastor Busman. El Anciano pudo servir en ese encargo durante 17 años. En ese sentido, expresó el Obispo, son muchos años y se habrá vivido de todo, pero la balanza siempre se ha decantado por el lado positivo.
Al final del acto, el Obispo se dirigió hasta Pontevedra, donde a las 17:00 celebró el último Servicio Divino de su fin de semana en Galicia. Para este último servir, el siervo utilizó la palabra de Josué 24:15: «Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová».
Si bien había cierta preocupación en las comunidades debido a la restricción del aforo en los lugares de culto, decretada recientemente por las autoridades, todo discurrió con la normalidad que se vive en estos momentos y cumpliendo las normas vigentes. Así, fue un fin de semana de gran alegría para las comunidades, especialmente donde ahora tienen un nuevo dirigente de comunidad.
Finalmente, y pese a no poder estar presente, el Apóstol quiso transmitir un mensaje a las comunidades, que fue expresado mediante un vídeo al culminar los Servicios Divinos. En él, el Apóstol explicó nuevamente las circunstancias del aplazamiento de su viaje, pero lanzó también la esperanza de poder visitar a las comunidades en noviembre, cuando tiene previsto poder viajar a Galicia.