Se buscan respuestas a diversas preguntas, también en el dominio religioso. Por lo tanto es una tarea importante de la Iglesia tener comprensión para las inquietudes y preocupaciones de los jóvenes, y acompañarlos con la asistencia espiritual, de forma adecuada a su edad.
Se les anima a los jóvenes a vivir su fe, y que de esta manera su entorno los pueda reconocer como cristianos. A menudo ello se manifiesta en la caridad cristiana, asistiendo por ejemplo a personas enfermas, discapacitadas o necesitadas. Ello requiere de valor y confianza, dos valores que también se deben hacer experimentar en la colaboración en la comunidad. Así los jóvenes pueden hacerse cargo activamente de tareas en la comunidad y colaborar.
En diversas actividades de la Iglesia para la juventud, como reuniones, Servicios Divinos, jornadas o excursiones para los jóvenes, ellos viven la comunión entre sí.
Las reuniones de juventud, que tienen lugar regularmente a nivel local o regional, ofrecen la posibilidad de intercambiarse sobre preguntas de la vida y de la fe entre sí y con personas de confianza, como dirigentes de juventud o Pastores de juventud.
Jornadas de la juventud, que tienen lugar cada año, presentan un foro más amplio para encuentros e intercambios. Aproximadamente cada diez años, los jóvenes son invitados a jornadas internacionales para la juventud.
A nivel de comunidad y de distrito, los jóvenes tienen a su disposición asistentes espirituales como interlocutor personal. Con ellos pueden intercambiarse sobre cuestiones de la vida y de la fe, y hablar sobre decisiones a tomar. Interesarse por los jóvenes y acompañarlos en oración forma parte de una tal relación de confianza.