La Iglesia Nueva Apostólica no ve en la teoría de la evolución una explicación apropiada para la creación, porque esta teoría no incluye en sus consideraciones a Dios como el Creador. Tampoco ve en los conocimientos científicos sobre la evolución una contradicción con lo que dice la Biblia.
Conscientemente la Iglesia distingue entre la teoría de la evolución y la evolución. Aunque la teoría como ciencia describe las leyes según las cuales se desarrolla la evolución, no brinda una explicación sobre el origen de la creación. En cambio, la evolución –es decir el desarrollo posterior de la naturaleza animada e inanimada– acontece según las leyes naturales dadas por Dios y no se contradice con los enunciados de la Biblia.
La Iglesia Nueva Apostólica está a favor de la investigación científica acorde al encargo divino de llenar la tierra y sojuzgarla. El marco de este encargo es establecido por los Diez Mandamientos y el Evangelio de Jesús que incluyen el respeto ilimitado por la vida humana en toda su diversidad.
Debido al rápido desarrollo alcanzado en el campo de la biotecnología solamente se pueden brindar bases para tomar decisiones en áreas individuales.
En un trasplante se reemplazan tejidos u órganos enfermos transfiriendo tejidos u órganos sanos de un donante. Desde la perspectiva de la doctrina de fe nuevoapostólica, no existen objeciones contra el trasplante de tejidos u órganos de donantes cadavéricos o vivos. El trasplante no ejerce efectos sobre el alma. Por un trasplante no se trasladan cualidades espirituales ni psíquicas del donante al receptor.
En un trasplante se reemplazan tejidos u órganos enfermos transfiriendo tejidos u órganos sanos de un donante. Desde la perspectiva de la doctrina de fe nuevoapostólica, no existen objeciones contra el trasplante de tejidos u órganos de donantes cadavéricos o vivos. El trasplante no ejerce efectos sobre el alma. Por un trasplante no se trasladan cualidades espirituales ni psíquicas del donante al receptor.